Todo lo que debes saber sobre las mascarillas quirúrgicas desechables
Las mascarillas han estado mucho tiempo entre nosotros, pero no ha sido hasta ahora cuando, al menos en la sociedad occidental, han dado el salto obligado desde el mundo laboral (sanitario) hasta nuestro día a día. Existen numerosos tipos de mascarillas recomendados para diferentes usos y, además, cada tipo posee un tiempo de vida útil que también es variable. En ocasiones, resulta difícil saber cuál es el tipo de mascarilla que más nos conviene y cuáles son las ventajas y los inconvenientes de cada modelo.
Las mascarillas quirúrgicas desechables son una clase de mascarilla que ya estamos habituados a ver en las calles, pero ¿sabemos exactamente cómo funcionan o cuáles son las distintas posibilidades de protección que ofrecen este modelo de mascarillas? A continuación, profundizaremos en la información que envuelve a este tipo de mascarillas desechables para poder conocer un poco mejor en qué estamos invirtiendo cuando compramos una mascarilla quirúrgica.
Las mascarillas quirúrgicas desechables son un Producto Sanitario (PS), que protege frente a la transmisión del Coronavirus y otros agentes patógenos. La particularidad de estas mascarillas es que cuentan con filtros que depuran el aire que exhalamos durante la respiración, por lo que están especialmente recomendadas para personas con posibles síntomas del virus ya que el aire es filtrado de dentro hacia fuera.
Es importante aclarar, que existen varios subtipos de mascarillas quirúrgicas desechables que se clasifican de la siguiente manera:
En primer lugar, tenemos mascarillas quirúrgicas desechables de tipo I y de tipo II. Esta división responde al nivel de filtración bacteriana (EFB). El segundo modelo posee un nivel de filtración algo superior, pero en cualquier caso este parámetro no debería ser inferior al 90% en ninguno de los casos.
En segundo lugar, podemos encontrar mascarillas quirúrgicas desechables llamadas IIR, que además de altos niveles de filtración bacteriana, protegen contra las salpicaduras de sangre y de otros líquidos biológicos.
A simple vista, estos tipos de mascarilla pueden ser difíciles de diferenciar, por este motivo, siempre debemos fijarnos en la indicación que nos ofrece su etiquetado para poder conocer cuál es el modelo que estamos comprando. Para realizar esta elección no debemos olvidar tener en cuenta factores como nuestro nivel de exposición al virus, y debemos dejar que sea nuestro médico quien nos dé siempre las recomendaciones en caso de que seamos pacientes de riesgo.
Una vez nos hemos decantado por el tipo de mascarilla que necesitamos, si queremos conocer más sobre dónde comprar mascarillas desechables, debemos saber que solo las farmacias están autorizadas a la venta de estas mascarillas por unidades, sin envasar y en formatos que eviten una contaminación que preceda al uso. Además, podemos obtener estas mascarillas en cualquier otro establecimiento o a través de internet, siempre que estén envasadas o que sean suministradas en packs.
Si lo que nos preocupa es la fiabilidad de la mascarilla, debemos atender a la información que vendrá marcada por las instrucciones del fabricante y su etiquetado, para el que ya se han establecido parámetros y estándares de calidad avalados por un gran número de países y equivalentes entre la mayoría de ellos.
En el caso de España, es la referencia a la norma de la Asociación Española de Normalización UNE EN 14683 la que garantiza la eficacia de las mascarillas quirúrgicas desechables, además del Certificado Europeo de calidad que es otorgado tanto a productos europeos como a los que provienen de fuera de Europa, pero se adaptan, bajo las mismas condiciones, a los niveles de seguridad establecidos. Estos estándares, aparte del nivel de filtración bacteriana ya mencionado, deben aclarar cuestiones como el índice de respirabilidad y capacidad de reutilización que posee la mascarilla. Además de estos parámetros, si las mascarillas han sido sometidas a ensayos privados, los resultados deberán quedar reflejados en su etiquetado, lo que nos proporcionará una información mucho más completa.
En cuanto a la durabilidad de las mascarillas quirúrgicas se refiere, debemos tener en cuenta que el límite recomendable de uso aconsejado son 4h, periodo tras el cual deben ser desechadas. No debemos pasar por alto el hecho de que algunos modelos pueden poseer fecha de caducidad. Una vez superado este límite, la eficacia de la mascarilla deja de estar garantizada. Debemos prestar especial atención, del mismo modo, al estado de nuestra mascarilla quirúrgica, y en el caso de que esté humedecida o deteriorada sustituirla inmediatamente.
Un uso correcto de la mascarilla pasa igualmente por su utilización adecuada cubriendo nariz, boca y barbilla y por una manera segura de colocarla y de retirarla de nuestro rostro. Es imprescindible a la hora de colocarnos la mascarilla quirúrgica, una previa higienización de las manos, y una vez hemos realizado esto, debemos procurar que la parte blanca de la mascarilla se sitúe hacia dentro, y la parte coloreada hacia fuera. ¡De nada sirve contar con la mejor protección si hacemos un uso inadecuado de ella!